Pintura de Pedro Berruguete de fines del siglo XV que ilustra
un auto de fe, la ceremonia con la que se cerraba un proceso
inquisitorial. Había sido pensado como una manifestación de
sometimiento a la fe; por eso se alentaba a la población y a las autoridades a que asistieran a estos actos. En este caso, los
acisados han sido condenados a morir en la hoguera.
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